Hace unos días que éramos conocedores que el Gobierno de la Nación había decidido que la sede de la Agencia de Inteligencia Artificial se ubicase en La Coruña y no en Gijón y la primera lectura que hago de la decisión política es la poca consideración que desde Madrid se tiene siempre con nuestra tierra. 

Dicho esto, siento cómo desde ciertos sectores auguran el apocalipsis y no tengo ninguna duda que hubiese sido una gran noticia para nosotros que fuésemos los elegidos. Pero también me parece como si se hubiera confiado nuestro futuro al desembarco de la Agencia en la tierrina y me recuerda a las reflexiones que escuchaba en otros tiempos y que vinculaban nuestro desarrollo a que se instalase en Asturias una gran fábrica de coches. 

Personalmente nada más conocer la noticia me vinieron a la cabeza las cifras que la presidenta de FADE – Empresas de Asturias  trasladó en los premios que entregaron hace unas semanas: 

“Las empresas asturianas con 237.000 empleos, 5.600 millones en salarios, 1.200 millones en impuestos y otros 2.000 millones en cotizaciones sociales contribuyen a mantener el Estado de bienestar”

Señores, situemos a la empresa asturiana y coloquemos a la empresa familiar en el centro de la política porque es la llave del desarrollo económico y social del Principado. Como dice nuestra presidenta María Calvo Carvajal, convirtamos Asturias en territorio amigable para las empresas y en un “paraíso para la inversión”

Ayer mismo mantuve una reunión con una compañía asturiana a la que desgraciadamente las instituciones les cierra el grifo y le va a resultar complicado culminar el proyecto. Una empresa que crea empleo, fija población, ya que está ubicada en la Asturias profunda, es sostenible en lo medioambiental, y sobre todo, tiene futuro.

También economistas de prestigio como Javier García, José Carlos Díez Gangas o el matemático Gerardo Casares nos indican en cada intervención que el futuro pasa por potenciar lo que tenemos y hacerlo crecer.

Sin duda que la instalación de la Agencia hubiese ayudado, pero quizás la solución esté en lo nuestro, en la marca #asturias.